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Muy a menudo los niños tienen demasiados juguetes, más de los que realmente necesitan e incluso de los que son capaces de aprovechar.

Comprar muchos juguetes a un niño puede tener sus serios inconvenientes: propiciar que se vuelva caprichoso, que los valore poco, que pierda el interés más rápidamente y sea descuidado con ellos…

Exceso de juguetes

Exceso de juguetes

Los juguetes de un niño son lo primero que éste considera algo suyo. Así pues, es preciso enseñarle a que tiene que cuidarlos y valorarlos.

Tenemos que comprar y regalar juguetes suficientes y variados, pero no hacen falta que sean muchos. Es conveniente que el niño disponga de una fuente considerable de estímulos para permitir su desarrollo, así pues, deben tener una cantidad moderada de juguetes con los que jugar y desarrollar su propia imaginación y nuevas maneras de  jugar con ellos.

En este sentido, es fundamental que nosotros los padres juguemos con ellos todo lo que podamos. A menudo, soltamos a los niños en la habitación de los juguetes para poder estar tranquilos y descansar. Sin embargo, hay que esforzarse para sacar un rato diario y jugar con ellos. Es lo que los niños más valoran.

Es mucho más conveniente regalar juguetes durante todo el año y no concentrar las compras en una sola fecha como pueda ser Navidades. Es preferible distribuir los juguetes durante todo el año porque los niños necesitan jugar todo el tiempo, no sólo el día de su cumpleaños o en Navidad.

Si por el motivo que fuera, su hijo recibe demasiados juguetes, las posibles soluciones son:

1.- Guardarlos e ir dándoselos poco a poco. De este modo, se consigue sacar un mayor provecho de los mismos. Una buena forma de conseguirlo consiste en guardar la mayoría de los juguetes para  ir sacándo poco a poco cada semana un juguete diferente y quitando el que ha usado dicha semana. De este modo, se logra que el niño tenga tiempo para jugar a cada juego a la vez que aprende a utilizarlo correctamente.

Por otra parte, hay que orientar el juego del niño y conseguir que se responsabilice de los juguetes para que lo cuide y valore correctamente. Del mismo modo, cuando termine de jugar, debe ser capaz de guardar el juguete en su sitio.

2.- A su vez, también es muy recomendable entregar o donar juguetes con los que ya no juegan a otros niños u organizaciones, siempre y cuando no estén rotos o muy deteriorados.

3.- Otra posibilidad es vender los juguetes con los que nuestros hijos no juegan. Se pueden llevar a tiendas de compra-venta de segunda mano, se pueden vender por Internet en webs de clasificados o de subastas…

   

Han dejado 1 comentario...

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Charlotte

13 de diciembre de 2014 a las 10:36 PM

Muy buen artículo! Ojalá nuestros niños entiendan que no se trata de siempre tener más cosas para ser feliz.

Regalar menos y regalar mejor es lo que importa.
¡Feliz Navidad!

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