Esta web usa cookies para mejorar tu experiencia de usuario. Si continúas entendemos que das tu consentimiento. Leer más.

• Conviene colocar la consola o el ordenador en  zonas comunes de la casa para evitar que el niño se aisle

• Hay que promover el juego en equipo con el niño, organizando las partidas y turno de cada uno.

• Conviene disponer de un espacio y entorno adecuado para los videojuegos: respetando la distancia mínima a la pantalla, disponiendo de una buena silla o sillón, poniendo el volumen a un nivel correcto…

• Hay que controlar las horas de juego con los videojuegos. Jugar con videojuegos no debería interferir con otras actividades del niño, por ello, es de gran importancia controlar el tiempo que dedica a los videojuegos.

De hecho, los especialistas aconsejan reducir el juego con videojuegos a los fines de semana o vacaciones una o dos horas al día.

En el caso de jugar entre semana, el tiempo debería quedar limitado a una hora como máximo, siempre y cuando, el niño haya terminado los deberes escolares y otras actividades que pudiera tener.

• Es recomendable intercalar el tiempo jugando a videojuegos con tiempos de descanso. Hay que determinar este tipo de normas para que se conviertan en una rutina saludable.

Compartir el interés por los videojuegos. Jugar con los niños para resolver y responder antes posibles dudas que surjan. Es conveniente que los padres muestren interés, charlando con ellos y jugando también.

Hacerles ver las ventajas que tiene jugar en equipo o con otras personas. Sin llegar a permitir que la consola se convierta en la única herramienta para relacionarse con otros niños.

No permitir jugar con videojuegos en el recreo, en el parque o en sitios donde pueden realizar otras actividades más físicas con otros compañeros.

No dejar jugar con videojuegos en comidas familiares, en fiestas de cumpleaños, durante las comidas ni cuando está realizando los deberes del colegio.

   

¿Quieres dejar tu comentario?