El mundo globalizado en que vivimos hace que todo avance vertiginosamente, tal es así, que cuando los niños van creciendo de manera acelerada, surgen los deseos de adquirir novedades como el ansiado móvil. En estas fechas próximas a la Navidad y con los Reyes a la vuelta de la esquina, las presiones de los amigos o la familia hacen que los pequeños sientan la necesidad de tener un teléfono móvil. Ahí viene el papel de los padres que deberán tomar la decisión.

Ventajas e inconvenientes del móvil para niños

Una vez adquirido, se debe indicar cuáles son las ventajas e inconvenientes que pueden originarse, así como establecer las reglas a seguir para su uso. Generalmente, se evalúa la seguridad y costo del producto, antes de tomar una decisión. Es normal, que surjan dudas en los padres, al pensar que sus hijos todavía no están preparados.

Los argumentos que suelen escucharse del por qué un niño debe tener teléfono móvil, es para poder ubicarlo dónde se encuentra, para llamarlo si necesita algo, simplemente para conocer si está bien, o también para protegerse de una persona extraña. Sin embargo, surgen las inquietudes y cuestionamientos si hablamos de niños de 8 a 9 años.

Se recomienda no adelantar etapas en los niños, ya que a veces, sin darnos cuenta, estamos involucrándolos en un mundo de adultos para el que quizá no estén aún preparados.

En caso de comprar un móvil para niños, hay que enseñarles a los niños la noción de consumo de las llamadas que realizan, fijándose en las llamadas maliciosas o la libertad antes del tiempo establecido.

¿Cuál es la edad para comprar a un niño un móvil?

La familia siempre tendrá la última palabra, es ideal que se tome la decisión en base a las necesidades. Si deciden comprarlo para establecer un mejor contacto con los padres, o las personas que los cuidan, entonces debe ajustarse a la necesidad concreta.

Los pequeños no se encuentran preparados para asumir la responsabilidad de adquirir un teléfono móvil sino hasta que cumplan los 16 años. Si tienen menor edad, es conveniente que el niño llame con la supervisión de un adulto, pero dando mensajes concretos. En caso de que tenga la oportunidad de salir a la calle, podemos dejarle un teléfono móvil con la condición de devolverlo al volver a casa.

Reglas y responsabilidad para el uso del teléfono móvil por parte de  menores

Como personas adultas sabemos cuáles son los riesgos de que los niños manejen el móvil a su corta edad. Sin embargo, estableciendo cuáles son los usos que le daremos y para qué sería necesario que lo tenga, se pueden establecer normas y reglas para su funcionamiento. Los padres deben estar preparados para orientar y vigilar el correcto uso de este aparato e indicar cuáles serían las consecuencias de no seguirlas.

A continuación algunos consejos sobre las normas que se deben seguir:

• Hay que tener en cuenta que el móvil no es la línea privada del niño. En casa se debe usar la línea fija y a los amigos se les llama desde casa y ellos a su vez, llamarán a casa para conversar con el niño.

• Con el móvil nuestros hijos pueden ser localizados y si se les llama, ellos deben atender la llamada. No valen las excusas de que estaba hablando con un amigo. Si esto sucede se recomienda quitar el móvil.

• No se recomienda el uso del móvil en el colegio. Desde el hogar es importante enseñar este principio y ayudar a los profesores en la escuela.

• No se considera recomendable que los niños escriban mensajes de texto (SMS). Éste llega no solo a convertirse en un costo considerable en la factura del móvil, sino también en un hábito que les acaba absorbiendo mucho tiempo.

• Podemos cultivar el ahorro en los niños, involucrándolos en los pagos de las facturas, por ejemplo, utilizar parte de su paga para pagar parte de la factura del teléfono contribuye a que sean responsable con su uso y le enseña que hay que esforzarse para pagarlo. Incluso puede “pagarlo” a cambio de alguna tarea doméstica adicional a su responsabilidad. Se recomienda contratar una línea prepago.

Las compañías telefónicas, proveedoras de servicios y juegos de móvil son las más interesadas en sacar partido. Los móviles suelen tener mayores servicios que lo alejan de su función inicial de comunicación, en caso de alguna emergencia.

Brindarle un móvil al niño no es conveniente, por lo menos, no antes de los 16 años. Para comunicarse con el niño existen otras formas más enriquecedoras que por teléfono, como hacerlo en persona, o a través de un mail que le ayuda además a reflejar sus sentimientos.

Los niños no se encuentran más seguros o controlados solo por tener un móvil. Todo con calma, no es necesario ni recomendable darle tanta libertad y autonomía. Como padres debemos observar la disposición del niño, para crear un ambiente de confianza y él mismo se dará cuenta qué es lo mejor para su edad.

Hay que tener siempre presente, que ninguna tecnología separará la relación y la confianza que los padres han generado con sus hijos. Puedes comunicarte con él e interactuar cuando están cara a cara, no a través de la frialdad de un mensaje o llamada lejana. Estar constantemente en contacto con ellos, estimula la comunicación y la interacción diaria familiar.

Para elegir si compramos un móvil al niño, debemos fomentar el principio de responsabilidad, inculcarle los pros y contras de manipular un teléfono a su corta edad, indicándole cuáles son los fines para los que fue adquirido. No dejemos que la sociedad justifique e imponga sus reglas particulares, recuerden que todo debe ser asimilado y recibido de acuerdo a la edad.