A la hora de comprar juguetes adecuados para un niño hay que tener en cuenta las siguientes características:

- Que sean sencillos.

Los juguetes más sofisticados y complicados no son siempre los mejores ni los más apropiados. Precisamente lo contrario, cuanto más sencillo es un juguete, más posibilidades tiene el niño de complementarlo con su imaginación y creatividad.
El problema de los juguetes complejos es que sólo dejan al niño la posibilidad de verlos como espectador, en cambio, en los juguetes sencillos el niño puede completarlos con su imaginación.

Por ejemplo, a Pedro le han regalado un coche muy bonito de policía que enciende las luces, emite sonidos y anda sólo. A Luis le han regalado un coche sencillo de plástico.
Pedro sólo puede jugar con el coche viéndolo y sólo puede ser un coche de policía. En cambio, Luis con su coche de plástico puede imaginar que es el coche de papá, el coche de su mamá, un coche de policía, puede empujarlo con sus propias manos, puede simular que es una ambulancia y emitir sonidos, puede imaginar que es un bólido y hacer rugir el motor…etc

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