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Cuando los niños van creciendo y alcanzando la edad de 2 a 3 años, ya son capaces de controlar la micción, porque así lo permite la maduración de la vejiga. Es aquí cuando ya podemos pensar en retirarle los pañales. A pesar de ello, hay muchos niños que todavía continúan mojando la cama a partir de los 6 años. Más o menos, un 15-20% de los niños entre 5 y 6 años se orinan en la cama, y la mayoría de ellos son varones. Esto se conoce como enuresis.

Mi hijo se hace pis en la cama

Existen dos tipos, la enuresis primaria de origen fisiológico, que es cuando el pequeño nunca se ha dejado de hacer pis desde que nació. Ello ocurre porque está relacionado con la maduración de la vejiga. Por el contrario, se llama enuresis secundaria, cuando el niño ha estado sin hacerse pis durante un tiempo y de pronto vuelve a orinarse, puede deberse a motivos psicológicos.

La hormona antidiurética (ADH), también conocida como vasopresina se produce en una glándula cerebral es la encargada principal del control de la producción de orina. Esta hormona tiene como función más importante reducir el consumo de agua por el riñón, reduciendo así el volumen de orina expulsada. Durante la noche, muchos  niños no producen una cantidad suficiente de ADH, y esto puede producir la enuresis, dado que hay una mayor producción de orina que no es evacuada durante la noche.
 

Cómo afrontar el problema

Según los estudios se podría decir que el 100% de estas situaciones se resuelven solas, sin haber recibido tratamiento alguno. Sin embargo, hay que estar alertas para que el tiempo no se prolongue hasta que los niños ya sean más grandes, ya que algunos llegan a la pubertad mojando la cama, inclusive, lo cual hace que su autoestima se deteriore.

¿Qué debemos hacer? Contrariamente a lo que uno pueda pensar, no es aconsejable los castigos o medidas represivas como hacerle lavar las sábanas o ridiculizarlo frente a terceros, porque además de que no funciona, puede causarle un trauma psicológico innecesario en el niño, que recordará toda su vida.

 

Consejos prácticos

-Se recomienda reducir el consumo de líquidos, por lo menos tres horas antes de acostarse. Hay que evitar que beba y/o ingiera alimentos las horas previas de ir a dormir.

-Para conocer los progresos realizados, puedes elaborar un calendario donde anotes los días que el niño se ha levantado seco sin problemas, premiándolo cuando ello ocurra.

-La incontinencia urinaria está relacionada con el consumo de algunos alimentos. Por ello, es preferible restringir la ingesta de bebidas con cafeína y gas.

–Limitar el consumo de sal durante la cena.

-También es conveniente que el niños vaya al cuarto de baño antes de dormir.

- La cama se puede proteger usando un colchón impermeable o colocando un protector impermeable sobre el colchón y debajo de la sábana. El protector debe estar bien sujeto a la cama para evitar cualquier riesgo de asfixia.

-Próximos a la cama se pueden colocar sábanas y un pijama de recambio para que el niño pueda cambiarse si se orina. Es muy conveniente que el pequeño se habitue a cambiar sus propias sábanas; pero jamás debe plantearse como un castigo, sino como una forma de aprender a sobrellevar el asunto. Al fin y al cabo, es una manera de concienciarle con la enuresis.

-Es positivo que el niño reciba reconocimientos y elogios cuando no se orina en la cama. Animarle y estimularle es habitualmente la mejor manera de afrontar la enuresis.
Los pañales nocturnos no son recomendables; no le ayudarán a ser consciente del problema y no aprenderá a notar cuándo necesita orinar.

-Se comercializan alarmas especiales que suenan o vibran cuando el niño se está orinando en la cama. Estos dispositivos han resultado ser eficaces para curar la enuresis nocturna en aproximadamente el 70 % de los casos. El sonido o vibración de la alarma advierten al niño en cuanto las primeras gotas de orina llegan a su ropa o las sábanas. De este modo, el niño es consciente de que se está orinando en la cama y adquiere la sensación que produce tener la vejiga llena.

-Si el problema persiste en el tiempo, hay tratamientos médicos que pueden ayudar a resolverlo, siempre se debe consultar con el pediatra.
 

Qué no debe hacerse:

-No debes despertar al niño varias veces en la noche para que orine, no resulta eficaz para resolver el problema. Además que puede volver a mojar la cama, cortando el ciclo de sueño y logrando que ni los padres ni el niño puedan dormir bien.

-Hay que reconocer cuando sucede el problema, sin avergonzarse, callarse o transmitirle estrés al pequeño. Se debe hablar con naturalidad del tema, porque ello puede contribuir a resolverlo.

-No hay que enfadarse ni castigar al niño cuando esto suceda, porque solo conseguiremos que el problema de agrave. En la mayoría de los casos, el niño no se orina de manera voluntaria, simplemente no lo puede evitar, por lo tanto si lo castigas por algo de lo que no es consciente, puede producir cierta ansiedad.

La gran  mayoría de los niños se avergüenza de hacerse pis en la cama, por lo que la familia debe manifestar claramente un apoyo y una actitud natural y positiva hacia ellos. Conviene que el niño sepa que hay muchos niños a los que les sucede lo mismo. Le ayudará a sobrellevar el problema.

 

¿Cuándo debe ir el niño al médico por enuresis?

No hay que avergonzarse de dirigirse al médico para contemplar otras posibilidades si las sugerencias anteriores no acaban de conseguir resultado.

Situaciones en las que hay que dirigirse a un médico:

- Si el niños sigue haciéndose pis después de cumplir los seis años.

- Cuando comienza a orinarse en la cama sin antes sucedira (enuresis secundaria).

- Si la orina tiene un fuerte olor, o cuando padece dolor al orinar, o tras haberlo hecho.

- Si tienen incontinencia u orina en exceso.

- Cuando padezca también incontinencia fecal.

Es probable que el médico pregunte a qué edad aprendió a ir al cuarto de baño durante el día; saber si algún familiar  ha tenido el mismo problema. Después, el médico examinará al niño, tocando su abdomen y palpando la región sacrolumbar. También evaluará el nivel de desarrollo psicomotriz.

Puede solicitar también una muestra de orina para comprobar que no haya una infección urinaria; o pedir una ecografía para descartar algún problema en el sistema urinario; o realizar una radiografía de columna lumbar para constatar posibles alteraciones renales; incluso podría llegar a ser necesaria la exploración practicando un estudio del funcionalismo del tracto urinario inferior.
 

Tratamientos médicos para la enuresis

El tratamiento farmacológico tiene lugar si la incontinencia urinaria está provocada debido a un déficit de la hormona antidiurética (ADH) que controla la producción de la orina. La desmopresina (DDAVP; sustancia del tipo de la ADH) en aerosol nasal puede ayudar, pero debe ser el médico quien decida prescribir dicho fármaco para el tratamiento del niño.

   

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