La mente del niño y su cuerpo necesitan estímulos para  desarrollarse bien.  Los estímulos fundamentales son:

• El cariño.
• Alabar.
• El contacto social con otras personas  a través del lenguaje.
• Los objetos para investigar y experimentar.

La estimulación del niño, además de las actividades de juego con diferentes juguetes, precisa de:

1. Una dedicación permanente de acogida
2. Promover el desarrollo social.
3. La capacidad de expresar los sentimientos,
4. La curiosidad por descubrir el mundo y por aprender

Desarrollo mental

Es más, para  estimular el desarrollo físico y psicológico es preciso realizar actividades en común con el niño, éstas deben der ser variadas, motivantes, habituales y entretenidas en los  primeros años de vida.

Los padres y la familia deben prestar atención y estimular a sus hijos a través de los medios de que dispongan a su alcance. Tienen que usar la imaginación, detectar las necesidades afectivas,  intelectuales y sociales del niño y responder a ellas.

Los padres y las personas cercanas al niño son las que mejor pueden estimularle. De hecho, son ellas quienes mejor conocen sus intereses y preferencias. Por ejemplo, se pueden ir presentándo al niño objetos y situaciones atractivas poco a poco que le inciten a seguir explorando.

El desarrollo psicológico del niño precisa de  estímulos para poder desarrollar habilidades físicas (como sentarse o la sedestación, gatear, incorporarse, caminar, saltar…etc), cognitivas (como pensar, imitar, aprender…), emocionales (como expresar sentimientos, aguantar frustraciones,  saber esperar…) y sociales (como compartir y prestar juguetes, escuchar,  colaborar, jugar en equipo… )

Para que el niño consiga desarrollar esas habilidades es necesario que pueda explorar y jugar libremente con juguetes, y que se le deje tener acceso a diferentes personas, variados objetos y materiales y situaciones diversas. La diversidad mantiene la motivación y la curiosidad del niño para seguir descubriendo nuevos aspectos de los objetos que tiene a su alcance. De hecho, si el niño tiene siempre las mismas cosas u objetos alrededor, el niño dejará de interés.

Así por ejempplo, cantar canciones infantiles, pintar, colorear, dibujar y leer cuentos en voz alta con ellos son actividades que favorecen enormemente el desarrollo mental o psicológico del niño. Es más,  estos juegos y juguetes les preparan para aprender a leer y escribir.

También es conveniente incitar al niño a buscar por sí mismo soluciones a pequeños problemas que se le planteen diariamente (por ejemplo con juguetes sencillos como puzzles o rompecabezas), además, hay que orientarlo a tratar de hacer las cosas bien, a pesar de que se equivoque o le  lleve más trabajo al principio. De esta manera,  el niño se sentirá más competente, más capaz y tratará de afrontar nuevos retos.

Por otro lado, desde la perspectiva psicosocial, la autonomía y  la capacidad del niño para aprender a hacer las cosas por sí solo, constituyen una función muy importante en su desarrollo. Así las cosas, es necesario que tengan tiempo para jugar solos con sus juguetes.