En el caso de los niño, podemos calcular su peso ideal de manera aproximada multiplicando por 2 su edad y después sumarle 8. Como decimos, el resultado es el aproximado de cuánto debe pesar el menor. Pero si sospechamos que nuestro hijo sufre de obesidad infantil, lo más conveniente es llevarlo al médico.

Los principales motivos de la obesidad infantil se deben principalmente a:

Costumbre de vida sedentaria

Debido a que los niños:

- Hacen poco ejercicio físico .

- Pasan demasiado tiempo delante de la televisión.

- Ya no juegan en la calle con otros niños.

- Les influye la publicidad de las cadenas de comida rápida. Algunos productos dan regalos atractivos  y los niños influidos para conseguir el regalo terminan comiendo comidas poco saludables. 20  Con frecuencia comen rápido y sin la familia.

- Toman meriendas que ellos eligen sin supervisión adulta.

- Juegan en exceso con juguetes sin actividad física y sedentarios, como: la consola o el ordenador. Aunque hay videojuegos que implican más actividad física y ejercicio, como los de la consola wii.

Hábitos alimenticios

Porque los niños:

- Muchos no desayunan o lo hacen de forma insuficiente

- Ingieren gran cantidad de alimentos en cada comida y a menudos con grasas.

- Dejan de comer verduras y pescado en las cantidades recomendadas.

- Beben bebidas con burbujas que tienen elevadas cantidades de azúcar.

- No comen 5 comidas al día. Comen menos veces y grandes cantidades.

- Comen y ven la tele a la vez, lo que dificulta mucho las tareas de digestión de los alimentos.

- No comen fruta

Problemas y riesgos de la obesidad infantil

Algunas de las consecuencias de la obesidad infantil son:

- Problemas crónicos de salud como trastornos en el sueño, diabetes, problemas cardiovasculares, elevado colesterol, hipertensión, colesterol, asma…

- Complejos sociales como autoestima baja, sentimiento de rechazo social e inferioridad…

- Dificultades para el aprendizaje y psicológicas, fatiga escolar, ansiedad…

La obesidad infantil es una enfermedad de trascendencia familiar, educativa, social, política y sanitaria. Es preciso frenar estos elevados índices de obesidad de los últimos años. Es imprescindible tomar cartas en el asunto  cuanto antes en la población infantil, principalmente desde el entorno familiar. Hay que tratar de inculcar hábitos y costumbres saludables, bien de alimentación, bien de ejercicio físico.

¿Cómo pueden ayudar los juguetes con el problema de la obesidad infantil?

Aparentemente, podría suponerse que los juguetes y la adquisición de buenos hábitos o costumbres no tienen relación estrecha, pero no es así, el juego y los juguetes son potente medio para favorecer el aprendizaje, y los hábitos son algo que se aprende.
Los juguetes permiten interiorizar hábitos saludables y tomar actitudes activas en las situaciones cotidianas de la vida.

Hay que buscar juguetes que:

- Enseñen sobre los beneficios de una buena alimentación.

- Informen de las distintas clases de alimentos y su procedencia.

- Informen acerca de la frecuencia de consumo aconsejable los alimentos.

- Ayuden a favorecer desayunos consistentes y sanos.

- Habitúen a comer de la manera adecuada.

- Promuevan comer cereales, legumbres, frutas, verduras y pescado.

- Ayuden a reducir el consumo de alimentos no beneficiosos para la salud

- Ayuden a discernir entre bebidas saludables y perjudiciales.

- Ayuden a conocer los beneficios de la práctica deportiva.

- Ayuden a promover la afición al deporte.

- Eviten que el niño se vuelva sedentario y estimulen el movimiento.

- Propongan el ejercicio físico en familia.

Como conclusión, es importante enseñar a los niños los beneficios de alimentarse bien y de la actividad física para que tengan una buena salud mental y física.